Los cortes de ruta no dan respiro. Se produjeron durante prácticamente toda la semana sobre la ruta nacional Nº 34, a la altura del municipio de General Mosconi.
Los realizan comunidades originarias que exigen viviendas, bolsones de comida, planes de ayuda social, mejor atención sanitaria, entre tantas demandas cuyas respuestas no llegan, o al menos eso argumentan. Como siempre sucede los perjudicados son miles de personas que deben quedarse por horas aguardando que las comunidades decidan despejar el paso.
"Ellos dicen que van a liberar cada hora y media, pero eso nunca pasa, por lo que hay que esperar el tiempo que ellos decidan", expresó un productor agropecuario que debe ir y volver por ese tramo de la ruta pero que durante toda la semana padeció en carne propia junto a miles de norteños las consecuencias de no poder transitar libremente como garantiza la ley.
Ayer el corte era protagonizado, tal cual se ve en la fotografía, por 9 personas que colocaron ramas y se apostaron en medio de la ruta entre Tartagal y Mosconi, exigiendo la construcción de viviendas, a la altura del lugar conocido como finca Los Mirkos.
"Desde el jueves que tengo que ir a ver a mi hijo que estudia en Tucumán y les hice la guardia para ver a qué hora permitían el tránsito, y así se me hizo la noche. Hoy salí de trabajar a las 14 horas y estoy desde esa hora esperando que liberen el tránsito", explicó un profesional de Tartagal que como tanta gente debe soportar el avasallamiento total de sus derechos a transitar con libertad, frente a quienes les sobra el tiempo y perjudican a otros por falta de contención estatal.
En el corte estaba apostado personal tanto de la Policía de la Provincia como de la Gendarmería Nacional, y a pesar de que se trataba de 9 personas, cientos de automovilistas debieron esperar por horas hasta que los manifestantes decidieron dejarlos pasar. La fila de vehículos a las 4 de la tarde de ayer y bajo un sol abrasador, con una temperatura de más de 38º, llegaba hasta la entrada de Tartagal y hacia el sur pasaba todo General Mosconi.
Los lectores de El Tribuno durante todos los días anteriores acercaron fotos y videos de las extensas filas que se formaron como consecuencia de que los aborígenes que residen al costado de la ruta deciden avanzar sobre la cinta asfáltica y cortarla el tiempo que ellos mismos deciden.
"No sé y la verdad ya poco me interesa preguntar quienes cortan o por qué lo hacen; lo único que sé es que estamos totalmente indefensos y que no somos dueños de usar la ruta nacional 34 porque nadie nos garantiza absolutamente nada", expresó un automovilista que debió esperar horas que se libere la ruta.
fuente el tribuno
